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EL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR. MACRODINÁMICA Y MICRODINÁMICA DE SU PENSAMIENTO POLÍTICO.


Tunja, Academia Boyacense de Historia, 1995. 118 Págs. ISBN 958-5732-1-5.

ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN La Dinámica Histórica del Ideario Bolivariano................... 9

I. SIMÓN BOLÍVAR Y EL IDEARIO DE LA HISPANO AMERICANIDAD EN LA MACRODINÁMICA HISTÓRICA

1. La Idea de Causalidad en la Independencia en el

Pensamiento de Simón Bolívar........................................... 15

2. La Idea de la Americanidad en el Pensamiento del Libertador............................................................................ 27

3. La Idea Hispanoamericana de la Integración.................33

4. El porqué de la Integración de Hispanoamérica............ 38

5. El Cómo de la Integración de Hispanoamérica...............40

6. En Busca de la Autenticidad de Hispanoamérica...........42

7. La Aplicación de un Modelo para la Realidad de Hispanoamérica.................................................................. 49

II. LA MICRODINÁMICA HISTÓRICA EN EL PROCESO DE

INTEGRACIÓN Y DISOLUCIÓN DE LA GRAN COLOMBIA

1.La Idea de la Gran Colombia............................................ 63

2. Los Factores Condicionantes en la Integración de la Gran Colombia.............................................................................. 70

3. Los Factores Recurrentes o Fuerzas de Oposición a la

Integración de la Gran Colombia.........................................77

4. El Regionalismo en la Desintegración de la Gran Colombia.............................................................................. 79

5. El Caudillismo en la Desintegración de la Gran Colombia.

.............................................................................................. 83

6. La Fiebre Constitucionalista........................................... 87

7. Los Hechos Finales de la Desintegración de la Gran Colombia............................................................................. 89

III. SIMÓN BOLÍVAR Y EL PESIMISMO HISPANO AMERICANO

1.El Pesimismo Ante la Desintegración de la Gran Colombia

.............................................................................................. 96

2. La Crítica del Libertador a los Resultados Inmediatos de

la Independencia y la Ingratitud de los Colombianos......104

3. Simón Bolívar y el Pesimismo Hispanoamericano.......111


INTRODUCCIÓN

LA DINÁMICA HISTÓRICA DEL IDEARIO BOLIVARIANO

En la historia de las ideas de los individuos y en las mentalidades colectivas existe una dinámica histórica a través de la cual podemos percibir los cambios, las permanencias, los factores condicionantes, los factores recurrentes o negativos y la vigencia de aquellas ideas que se convierten en fuerza-acción e impulsan a las sociedades por el camino de la superación hacia la meta del progreso y del desarrollo.

El Libertador Simón Bolívar y sus coetáneos de la generación de la Independencia Hispanoamericana son los expresantes y a la vez los impulsadores de una coyuntura histórica de cambios sustanciales en la estructura de la sociedad en las décadas en transición entre los siglos XVIII y XIX, en un ciclo histórico que va de la ilustración hasta la consolidación de las nacionalidades hispanoamericanas.

En la evolución de su ideario y acción, encontramos una microdinámica histórica en las tres décadas cuando ocurrieron los hechos de la Revolución de Independencia, y una macrodinámica histórica, relacionada con las permanencias de su ideario y proyección directa en nuestro mundo contemporáneo, en una época de crisis latinoamericana.

En los orígenes de las nacionalidades hispanoamericanos, el Libertador Simón Bolívar es un caudillo americano de mayor dimensión histórica, cuyo ideario es aún vigente en nuestra contemporaneidad. Es el Libertador de los pueblos de Venezuela, Nueva Granada, Ecuador, Perú y Bolivia, que lucharon contra la dependencia colonial hispánica, después de tres siglos de dominación colonial en una órbita de relación entre las colonias y la metrópoli. Y es el creador de la GRAN COLOMBIA, que unió a los pueblos de Venezuela, Nueva Granada y Quito en un gran bloque político de países. Es el caudillo de las masas americanas y el conductor de un pueblo en busca de su independencia, libertad, justicia social y progreso económico y cultural; es el gestor de una sociedad igualitaria y justa para la consolidación de las nacionalidades americanas.

En la microdinámica su momento histórico, Simón Bolívar proyectó una estructura en su pensamiento y acción, con sólidos pilares para la construcción de la nacionalidades americanas. Era necesario libertar a un pueblo y culminar la independencia, contra la opresión y la dependencia de tres siglos de coloniaje hispánico, en una época cuando se estableció un concepto de orden universal, mediante el cual todo territorio del mundo debía ser dominio europeo. Contra la dependencia colonial, el Libertador Simón Bolívar y sus coetáneos americanos de la generación heroica proyectaron la guerra como el medio necesario para obtener la libertad y la independencia.

Con una masa popular integrada por mestizos, mulatos, negros, zambos, indígenas y criollos, quienes conformaron “el ejército patriota americano”, el Libertador Simón Bolívar luchó durante cerca de 15 años consecutivos en un escenario geohistórico de cordilleras, llanuras, valles, selvas, altiplanicies andinas y numerosos ríos, lagunas y pantanos, que abarcan unos cinco millones de Kilómetros cuadrados en América del Sur, desde la Costa del Caribe de Venezuela y Nueva Granada, hasta la altiplanicie peruano-boliviana. Su lucha continua hasta 1824, cuando en la Batalla de Ayacucho culminó la acción militar que aseguró la independencia de los países del área bolivariana.

Para la consolidación de un nuevo Estado nacional, era indispensable institucionalizar u ordenar, siguiendo las directrices ideológico-políticas de una Democracia Republicana. Un gobierno regido por la constitución y las leyes como fundamentos para la consolidación de la paz y la libertad. Bolívar pensó en repúblicas unitarias, contra la disgregación y la anarquía: estados nacionales de “unidad en la diversidad” para la consolidación de las nacionalidades americanas con líneas tendenciales solidarias a nuestra contemporaneidad. Su pensamiento y acción constitucionalista y legislativa tienen como base la idea de que “la ley es el fundamento de la libertad”.

Para alcanzar la justicia social, el Libertador Simón Bolívar pensó en igualar los diversos estamentos sociales en un pueblo esclavizado con grandes diferencias sociales, en el cual los grupos dominantes eran dueños del poder, la tierra, la riqueza y la cultura; y los dominados, masas miserables, desposeídas y analfabetas. De ahí sus esfuerzos por la abolición de la esclavitud, la protección de indígenas, el reparto de las tierras y la lucha por la justicia social.

Para lograr el progreso, el adelanto y la fortaleza de los pueblos hispanoamericanos, simón Bolívar consideró indispensable la unidad solidaria, respetando su idea de “unidad en la diversidad”. En el discurso de Angostura en 1819 expresó ideas en relación con la unión y la paz universal: “Unidad, unidad, unidad, debe ser nuestra divisa”; unidad para el logro de la paz, la libertad y la Independencia. Para el Libertador, la unidad conserva el orden y las instituciones, y por ende, el equilibrio político nacional y mundial.

Según el Libertador, la felicidad y la prosperidad de los pueblos se adquiere con la formación de buenos ciudadanos y el estímulo a la educación pública oficial para las grandes mayorías. Para Bolívar, la educación debe ser formar un hombre moral, capaz de hacer justicia, respetuoso de la ley y amante de la patria. En el “Discurso de Angostura” expresó así su idea sobre las condiciones para llegar a ser un buen ciudadano:

“Con respecto a la sociedad, son deberes de cada individuo vivir sujeto y conforme a las leyes; respetar, obedecer y amar a los magistrados y autoridades constituidas; conservar y defender la libertad e independencia de la Patria, servirla con todo sus esfuerzos, sacrificándole los bienes, la fortuna, la vida, el honor y aún la misma libertad personal, si fuere necesario”.

Simón Bolívar es el estadista revolucionario de una época de coyuntura histórica para el cambio, que piensa en la realidad de Hispanoamérica y en su futuro basado en la unidad dentro de la diversidad. Sus ideas sobre la solidaridad continental y la integración grancolombiana, prolongan su pensamiento hasta nuestro presente contemporáneo y sirven de palanca para el impulso progresista de estos países; Bolívar es el padre de “la integración en la libertad”.

Para reflexionar sobre la que independizó y llamó América antes española o HISPANOAMÉRICA, el Libertador Simón Bolívar señaló sus caracteres étnicos y culturales: un pueblo mestizo, síntesis de tres culturas, un pueblo díscolo, tumultuario y anárquico que requiere de la delicadeza y tacto del gobierno y además de un hábil autoritarismo para establecer el orden. Un pueblo que necesita instituciones adaptadas a su realidad heterogénica, muy diferente a las de las otras áreas del mundo; por ello, el fracaso de las imitaciones de modelos políticos vigentes en Europa o Norteamérica. El Libertador consideró que para fortalecer a Hispanoamérica es urgente aplicar el modelo político, socio-económico y se adapte a sus circunstancias. En los problemas de la búsqueda de la identidad del pueblo hispanoamericano y de la necesidad de la autenticidad para encontrar su propia cultura e instituciones, se encuentra la esencia de una filosofía bolivariana para el futuro de Hispanoamérica.

Pero la visión de Simón Bolívar se proyectó mucho más allá de lo que su momento histórico era expresante; y es aquí en donde encontramos la macrodinámica y la perennidad del ideario bolivariano. La idea del pacto americano y del respeto a las diversidades, busca llevar a Hispanoamérica al progreso frente a las naciones omnipotente. Simón Bolívar pensó en la Patria americana, cuando desde Pamplona expresó en 1814 la célebre frase: “!Para nosotros la patria es América… nuestra enseñanza, la independencia y libertad!” Es la expresión americanista de una generación con visión continental; de unos hombres de la independencia, para quienes la emancipación debía ser el resultado de la acción conjunta, solidaria, íntegra en todo el Continente. Pensaban en su destino para la inmensa extensión geográfica y para el pueblo americano; ellos no concebían patria chica regionalista y aislada, ni destino separado; no pensaban en la suerte peculiar de una provincia, pues la independencia no podía ser sino una hazaña americana y así la entendieron y la expresaron quienes la concibieron como Simón Bolívar.

El Libertador pensaba que si los países hispanoamericanos aspiran a un futuro próspero, deben buscar la unidad fuerte y poderosa, pues es la única forma para llegar a tener suficiente poder para deliberar y decidir en la política mundial: sólo estados poderosos podrán tener eco mundial en el concierto de las naciones; solamente naciones consolidadas, unitarias y poderosas podrán ser sujetos de la historia y no objetos de la dominación colonial de los demás fuertes. Esta idea nos explica la gran preocupación del Libertador por el Pacto anfictiónico de Panamá y por la integración de la Gran Colombia.

Su idea de la integración en la libertad, respetando la diversidad propia de los países hispanoamericanos, no se convirtió en realidad en ese momento del surgimiento de las nacionalidades; ella fue la base fundamental para la unidad americana, que un siglo después se plasmaría en los Congresos de solidaridad continental y en la Organización de los Estados Americanos; y ahora, en los esfuerzos por alcanzar la verdadera unidad de América Latina, que es nuestra Patria Grande.

Sus ideas americanistas sobre la unidad en la diversidad y la integración en la libertad, hacen de Bolívar el creador del Derecho Internacional Americano y el ideólogo e impulsor del arbitraje como medio para preservar la paz. El Libertador pensaba que una asamblea de plenipotenciarios de cada Estado hispanoamericano, sería un verdadero consejo para dirimir en los conflictos, y de fuerza de unidad para los peligros comunes.

Su pensamiento internacional lo llevó a pensar en la necesidad de un equilibrio universal para mantener el orden, la paz y el progreso de las naciones. En “LA carta de Jamaica” pensó en la fraternidad de todos los pueblos del Mundo y en la búsqueda de la paz para el bienestar de la humanidad. Así expresó el Libertador:

“Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos. Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios para tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra con las naciones de las otras partes del mundo”.

Bolívar pensaba que los problemas de la paz, la justicia social, la igualdad, la libertad, el progreso social, económico y político de los pueblos y el adelanto cultural, son ideas universales. De ahí la necesidad de buscar el entendimiento de todos los pueblos del mundo para alcanzar la paz y el bienestar. Estas ideas sobre el equilibrio del universo, fueron expresadas por Bolívar en la siguiente frase:

“Hay otro equilibrio, el que nos importa a nosotros, el equilibrio del universo. Esta lucha no puede ser parcial de ningún modo, porque en ella se cruzan intereses inmensos, esparcidos en todo el mundo”.

Sus ideas universales y americanas, hacen que el Libertador Simón Bolívar sea considerado como el Precursor de las Naciones Unidas, la OEA, y de los organismos mundiales y americanos para el mantenimiento del orden y equilibrio universal.

La vigencia y perennidad del pensamiento y la acción del Libertador Simón Bolívar es una fuerza histórica aún presente en nuestra contemporaneidad. José Martí decía que “Bolívar es mucho lo que tiene para hacer en Nuestra América”. Sus ideas de igualdad, justicia social, autodeterminación, liberación de las órbitas coloniales o neocoloniales, paz, unidad en la diversidad, progreso económico, independencia cultural y libertad son problemas aún presentes en nuestra contemporaneidad. Algunos factores recurrentes o negativos como el regionalismo, el caudillismo o localismo político, la anarquía, la ideologización y los intereses externos neocoloniales, se han convertido en barreras, hasta ahora infranqueables, para la vigencia de su pensamiento.


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