Medellín, La Carreta Editores, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 2010. 490 págs.
PRÓLOGO DE LA CUARTA EDICIÓN
Abre la Colección Ruta del Bicentenario, el proceso ideológico de la emancipación del destacado historiador Javier Ocampo López. Es la cuarta edición de uno de los libros que más ha hecho reflexionar a los historiadores latinoamericanos, sobre las etapas y sentido de las ideas que fundamentaron la revolución de la independencia. Su segundo libro sobre el tema de uno de los historiadores profesionales más prolíficos de Colombia y de América Latina. Aunque su publicación original data de 1973, ha producido importantes comentarios en el seno de la comunidad académica. Incluido en las más importantes bibliografías y catálogos sobre la Independencia, es un texto que como pocos ha sobrevivido a la constante obsolescencia de los estudios históricos de un tema ampliamente estudiado.
No en vano los más destacados especialistas del período y la temática como Francois-Xavier Guerra George Lomne, Jhon Lynch, Hans-Joachin König, entre otros, los han referenciado como imprescindible. Para la presente edición, se ha tomado la primera que fue publicada por la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, recuperando los índices temático y onomástico, los cuales fueron suprimidos en las ediciones posteriores.
El propósito de esta obra es analizar en profundidad las ideas de la llamada generación de la Independencia, seleccionando el pensamiento de los precursores, ideólogos y realizadores en la Nueva Granada, especialmente las ideas respecto de la autonomía de la metrópoli española y las formas de gobierno que se debían adoptar: Antonio Nariño, Pedro Fermín de Vargas, Camilo Torres, Francisco José de Caldas, José Félix ed Restrepo, Simón Bolívar, Frutos Joaquín Gutiérrez, Joaquín Camacho, José Ignacio de Herrera, Juan García del Río, Francisco Antonio Zea, Miguel de Pombo, José Manuel Restrepo, Francisco de Paula Santander, Juan Fernández de Sotomayor, José María del Castillo y Rada, entre los más notables. Rescatando de sus escritos los principales argumentos, origen, razón de ser, formas ideales de gobierno, solidaridad continental, integración en grandes bloques políticos y futuro de los países recién encauzados por la vía de la democracia republicana. Pero además retomando las ideas que varios de estos pensadores enfrentaron al pensamiento monarquistas de criollos y españoles y sus argumentos reaccionarios.
Es sin duda uno de los primeros estudios que cuestiona el mote de <<la patria boba>> con el que la historiografía oficial bautizó el periodo de la arquitectura de la República, muy avanzado en sus ideas respecto a otros procesos independentistas del continente, como lo demuestran estudios comparados para otras regiones, demostrando la complejidad de este periodo fundacional.
El libro se estructura en cinco partes y un anexo documental, que contiene cuatro textos primarios muy valiosos para la comprensión de las principales tendencias ideológicas que se enfrentaron al fragor del choque revolucionario. En la primera parte, inscribe el pensamiento de los precursores de la Nueva Grabada en el marco de la crisis de la sociedad occidental absolutista y colonialista del antiguo régimen, a partir de la revolución cultural que introdujo en Europa y América el pensamiento Ilustrado, que el autor ubica entre 1770 y 1850 y que constituye, sin lugar a duda un buen ejemplo empírico de lo que posteriormente los historiadores han denominado <<historias conectadas>> demostrando los vínculos con Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Suiza, Bélgica, Polonia, Holanda, España, Portugal, entre otros países del planeta. La expansión del movimiento Ilustrado dio al traste con el orden señorial en el mundo occidental. Tomando como punto de partida el tratado sobre el Gobierno Civil de 1690 de John Locke, el autor inicia un itinerario que pasa por Tomas Hobbes, Juan Jacobo Rousseau, Adam Smitch, el francés Manuel José Sieyes, Voltaire, Dicderot, Condorcet; mostrando un panorama de los precursores universales de la República y el pensamiento democrático y la forma como se encontraron con el pensamiento granadino. En el segundo capítulo, se dedica a la crisis de la invasión napoleónica y el inicial apoyo americano a la corona española, y las fallidas estrategias revolucionarias de los seguidores del emperador francés Napoleón Bonaparte, para derrotar a la monarquía española en las colonias.
Contra el sentido común de la época, y la visión tradicional de las historias de los padres de la patria, Ocampo muestra como el movimiento americano fue inicialmente anti-napoleónico y monarquistas para luego en el tercer capítulo, mostrar como la verdadera emancipación ideológicas surgió a partir del movimiento <<juntista>> americano, que de preservar los privilegios del monarca se fue transformando paulatinamente en gran movimiento anticolonial. Señala como en muchas regiones no se produjeron movimientos autonomistas, como en el caso de Lima, Montevideo, Cuzco, la Habana, Panamá, Guatemala, entre otras, constituyéndose en bastiones de fidelidad al rey exiliado y cómo, algunas de ellas, como La Habana y Lima, se convirtieron en la meca del <<fidelismo>> monarquista y colonial. En contraste con México, donde hubo un movimiento revolucionario de naturaleza diferente, donde no se presentó el <<Juntismo>>, sino un verdadero movimiento rural indígena, libertario e insurgente, liderado por el cura Miguel Hidalgo e Ignacio de Allende y Unzaga, quienes dirigieron el levantamiento del 15 de septiembre de 1810 en la población de Dolores, proclamando sin la mediación de los notables, la libertad, lo que posteriormente llevó al fusilamiento de Hidalgo Allende, y al levantamiento del cura José María Morelos y su proclama de Independencia en Chilpancingo, en noviembre 6 de 1813.
Luego, se pasa al desarrollo de los movimientos que pasaron del tímido autonomismo al independentismo de ruptura absoluta como Provincias Unidas de Venezuela, Cartagena, para dar lugar al sentimiento de nación y a los regionalismos y localismos, que serían capitalizados por caudillos y gamonales criollos, para dar paso a las tendencias constitucionalistas que caracterizan a muchas regiones, especialmente en le Nueva granada que a partir de 1811, en Villa de Leyva, y al año siguiente en Tunja fundan una tradición jurídica sobre la cual se cimientan la republicas latinoamericanas.
La segunda parte, en cinco capítulos, desarrolla una descripción de la sociedad granadina, de sus castas, de sus estructuras sociales y económicas, y de la crisis de la dominación colonial con el surgimiento de la mentalidad del <<criollismo>>, que cada vez sería más consciente de sus limitaciones frente a la corona y al tratamiento discriminatorio a los llamados españoles americanos pero que luego sería quienes recortarían las conquistas sociales de la República.
La tercer parte del libro, se centra en el desarrollo de la idea de la modernidad republicana a partir del afianzamiento de la noción de la independencia, la refutación de las ideas fidelistas, la negación cristiana, la construcción de los conceptos de soberanía popular, independencia, libertad, etc. en suma, la afirmación de la modernidad emancipadora, democrática y republicana. La cuarta parte, se podría llamar la arquitectura de la República y la invención de la democracia. Muestra cómo la imaginación utópica, pensando la realidad americana, busca en las experiencias universales del pasado un modelo ideal de Estado que garantice los principios de soberanía y libertad, desatando una fiebre constitucionalista donde el <<pactismo>> rousseauniano u liberal que prometía ser la clave ilusoria de la consolidación de la revolución. Allí creían los fundadores, estarían garantizadas las conquistas sociales y políticas, en las fórmulas escritas minuciosamente, para que la norma rigiera la conducta de gobernantes y ciudadanos, fundando el mundo de incisos y parágrafos que luego se conocerán como el <<santanderismo>> de las instituciones colombianas, y que muchos ubican como uno de los obstáculos para el desarrollo real de las instituciones democráticas.
La quinta parte está dedicada a los grandes sueños de la solidaridad continental y grancolombiana, hoy arruinados por la mezquindad caudillista y populista, tanto de derechas como de izquierdas políticas e ideológicas, y por la acción de los enanos de la historia que no faltan. La capacidad visionaria bolivariana, que a partir de la carta de Jamaica pensó en la solidaridad de los pueblos, la unión continental, la utopía de una confederación de naciones; en suma, el sueño de la Gran Colombia o simplemente Colombia, como se llamó entonces. Remata este bello texto con una reflexión sobre el futuro de Colombia e Hispanoamérica en el mundo que podría ser el comienzo de nuevas reflexiones sobre el futuro latinoamericano.
Finalmente, el itinerario que se traza, está basado, paso a paso, en documentos de primera mano, con los cuales se va reconstruyendo en la mente del lector ese difícil camino transformador de las ideas de quienes se inventaron la república y la democracia, con un estilo limpio y claro, que lo hace asequible tanto al especialista como al gran público.
Es indudable que Javier Ocampo López labró en letras perdurables su nombre en la historiografía de la Independencia con este texto que no deja de surgir hipótesis y nuevas lecturas sobre las razones de las revoluciones inconclusas de América Latina, como las denominó otro de sus grandes contemporáneos y que hoy invita a una lectura crítica de lo que algunos han denominado <<el fracaso de la nación>> o si se quiere, en clave positiva, la segunda oportunidad para reconstruir la nación democrática e incluyente, si no próspera y feliz, como la soñaron sus fundadores, por lo menos con instituciones y gobernantes respetables y respetuosos de esas tradiciones republicanas que constituyeron la plataforma para mirar con más optimismo el pasado, el presente y el futuro.
Presentamos, pues, a las nuevas generaciones un libro sobre los principios que fundamentaron la utopía republicana donde pueden encontrar los códigos ocultos y las claves para nuevas interpretaciones del pasado pero lleno de ideas para el presente.