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COLEGIO MARINO GÓMEZ ESTRADA 100 AÑOS ENTRE LA NEBLINA TEJIENDO FUTURO


Editorial, Blanecolor Ltda., 2005. Págs. 207.

CONTENIDO

Prólogo.......................................................................... 7

Introducción................................................................11

Capítulo 1 Patria Grande y Patria Chica.....................13

Capítulo 2 Padrinos y Partida de Bautismo................27

Capítulo 3 La Vida del Colegio.....................................43

Capítulo 4 El Colegio en Su Mayoría de Edad.............59

Capítulo 5 Marino Gómez Estrada..............................73

Capítulo 6 Aquí Vivió la Academia ............................ 83

Capítulo 7 Un Colegio Moderno.................................. 95

Capítulo 8 Razón de un nombre................................103

Capítulo 9 Imborrables del inventario......................121

Capítulo 10 Personajes ex alumnos...........................131

Capítulo 11 Terpsícore y Apolo presentes en el Colegio

“Marino Gómez Estrada”...........................................149

Capítulo 12 Oraciones y páginas para el recuerdo...163

Capítulo 13 Símbolos del Colegio “Marino Gómez

Estrada........................................................................187

Anecdotario................................................................190

Referencias.................................................................206


INTRODUCCIÓN


En cualquier rincón de la geografía universal en donde se encuentren dos aguadeños de esos en cuyo corazón está inventariada la “Tierra de la Iraca”, es decir, de esos en cuyos genes puede demostrarse la existencia de nutrientes extraídos de la fécula de la yuca y del plátano de las sementeras de Arma, de la Mermita o de Guaco, después del saludo, y para iniciar el diálogo, viene, con absoluta seguridad, una pregunta ya para nosotros en lugar común: “¿Y qué hay por el pueblo?”.


Fue la pregunta del doctor Javier Ocampo López, una noche de octubre de 2002, cuando accidentalmente nos encontramos en una cafetería del municipio de Paipa (Boyacá): “¿Y qué hay por nuestro pueblo?.


En nuestra charla informal, abocamos el tema “Marino Gómez Estrada, un personaje que se nos fue y cuyo vacío persiste”. Recuerdo las palabras textuales del doctor López Ocampo. “Estamos en mora de hacerle un homenaje a Marino”.


Fue este encuentro un compromiso implícito; ya eran de mi posesión las indagaciones en los archivos de Óscar Diego Flórez Hurtado.


Y echamos a freír a fuego lento lo de la idea del homenaje a Marino Gómez Estrada. Pero la proximidad de los cien años del Colegio de nuestra Ciudad de la Iraca, nos tentó a darle un viraje a la idea inicial. Ya no sería Marino Gómez el centro de nuestro trabajo, sino el Colegio en donde nuestro personaje en mención sentó cátedra de hombre cívico, de educador líder y de hombre íntegro.


Y, a decir verdad, no creemos adecuado dejar para la época senescente, sino ahora mismo aprovechar los momentos de ánimo lúcido e interrumpir la paz de la memoria para sacar del pecho los archivos viejos recuerdos de anécdotas, de hechos y de personajes o profesores que quedaron incrustados también en “el disco duro” municipal y departamental; estas remembranzas, aunque sean retazos de historia de nuestra gran institución, pueden ser datos de utilidad para quienes en un futuro deseen rescatar una visión completa del pretérito casi pluscuamperfecto de nuestra gran ciudad.


Nuestro gran Colegio no es una rueda suelta: por eso, muchos temas nacionales aparecen en cierta forma domesticados, pues, la labor docente tiende a la solución de una necesidad social básica en toda la geografía nacional y no es necesario buscar otra razón para comprender que este trabajo presenta también un ligero esbozo de la historia de la educación Colombia.


A quienes nos colaboraron con sus muchas informaciones, vaya aquí nuestra sincera gratitud.


A doña Luz Idalba Duque de Gómez, también “Rectora Magnífica”, nuestras palabras de admiración y agradecimiento.


Al magíster Raúl Toro Carvajal, rector del Instituto Universitario de Caldas, miembro del comité central para la celebración del “Primer Centenario del Colegio Marino Gómez Estrada”, también dejamos nuestro agradecimiento, pues en todo momento estuvo atizando el fuego en donde se estaba cocinando esta obra

Javier Sánchez Carmona

Manizales, agosto, 2005

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